Desde pequeño, Steeven Loor descubrió que su mundo estaba ligado a la tecnología. “Siempre me apasionaba la tecnología, me involucraba en temas tecnológicos, y cuando ingresé a la carrera fui descubriendo nuevas cosas que me apasionaron aún más”, comenta.
Hoy, a sus 22 años, es estudiante de séptimo semestre de la carrera de Software en la Universidad Técnica de Ambato (UTA), un lugar que le ha abierto las puertas para crecer académicamente y cumplir su mayor sueño.
Es el último de cinco hermanos, llegó a Ambato desde la provincia de El Oro, dejando atrás a su familia y enfrentándose a la incertidumbre de vivir en una ciudad en la que no conocía a nadie.
“Mi madre al principio no asimilaba la idea de que me venga a otra ciudad a estudiar; quería tenerme cerca por si algo llegaba a pasar. Con el tiempo entendió que fue la mejor decisión, porque aquí he encontrado amigos verdaderos que han sido mi apoyo, además de docentes que me han guiado para nunca decaer y persistir”, recuerda.
Aunque tuvo opciones para estudiar en Quito o Ibarra, finalmente eligió la UTA, convencido de que era la mejor universidad para su formación.
Steeven sueña con graduarse, convertirse en desarrollador backend o trabajar en la creación de sistemas operativos. Además, ha encontrado una nueva pasión: la inteligencia artificial.
“Mi carrera es muy interesante, ahora estoy aprendiendo más sobre la inteligencia artificial y me resulta muy interesante. Me encantaría viajar al extranjero y continuar formándome en esta área”, expresa.
Tras varios años en Ambato, Steeven asegura que esta ciudad ya forma parte de su vida. Se ha adaptado a sus costumbres, ha hecho amistades duraderas y ha forjado un carácter más fuerte frente a los retos.
“No tengan miedo. Las experiencias que uno vive en un lugar desconocido son una oportunidad para crecer. Nunca sabemos qué amistades podemos encontrar en otro lado, y eso tiene un valor inmenso”, concluye.
Steeven Loor es ejemplo de muchos jóvenes que dejan atrás su ciudad natal y su familia en busca de un sueño: alcanzar un título universitario en la UTA. Con esfuerzo, disciplina y perseverancia, hoy su historia refleja que los sacrificios valen la pena cuando se trata de cumplir metas y transformar el futuro.
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